Por Jorge Carrasco Araizaga
MÉXICO, D.F., 2 julio (apro).- El presidente del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), Alejandro Luna Ramos, advirtió que “nadie ganará en la mesa lo que no pudo ganar en las urnas”.
Horas antes de que el candidato presidencial de la coalición ‘Movimiento Progresista’, Andrés Manuel López Obrador, anunciara la impugnación de los comicios realizados la víspera, el presidente del organismo encargado de hacer el cómputo final de la elección se anticipó a darla por válida, aun cuando ni siquiera se iniciaba la presentación de inconformidades.
Hermano de la ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Margarita Luna Ramos, el presidente del TEPJF advirtió que el organismo cuidará “la voluntad ciudadana expresada en las urnas” el 1 de julio.
Será ésta y ninguna otra situación la que determine quiénes serán los ganadores de la contienda, los próximos gobernantes y representantes de los mexicanos, manifestó el magistrado electoral, quien hace seis años fue uno de los integrantes de la Sala Superior del TEPJF que le dieron el triunfo a Felipe Calderón por encima del propio López Obrador.
“El Tribunal no puede cambiar la decisión manifestada por la ciudadanía en las urnas”, señaló Luna Ramos en una entrevista en el programa Justicia Electoral a la Semana, que se transmitió este lunes a las 7:30 horas por el Canal Judicial, cuando aún no se cerraba el Programa del Resultados Electorales Preliminares (PREP) del IFE.
“Los partidos y candidatos ya hicieron su parte, llamaron al voto, a votar por ellos, y la votación ya se emitió. La ciudadanía acudió a las urnas y expresó su decisión. La ciudadanía puede estar tranquila y puede confiar en que protegeremos su decisión”, añadió.
Además de hacer el cómputo final de las elecciones una vez que resuelva los juicios de impugnación, el TEPJF es el encargado de calificar la elección, declararla válida y elaborar un dictamen de presidente electo.
Hace seis años, el TEPJF declaró presidente electo a Calderón con apenas 0.56%, luego de negarse a hacer un recuento de los votos de la elección presidencial. Sólo revisó una muestra electoral y varió en apenas 0.02% los resultados.
Aunque consideró que la intromisión del entonces presidente Vicente Fox “puso en grave riesgo” la elección, la dio por válida, sin tomar en cuenta tampoco la guerra sucia electoral emprendida por el Consejo Coordinador Empresarial en contra de López Obrador, pues no se pudo cuantificar cuántos votos le pudo quitar esa campaña, aseguró.
Ahora el tabasqueño alega compra de votos por parte del PRI y falta de equidad en el proceso electoral debido al apoyo de Televisa al candidato priista Enrique Peña Nieto, a quien el PREP le da 38.15% de los votos, contra 31.64% de López Obrador.